El cultivo de la Rosa en Colombia es de gran importancia debido a la cantidad de área dedicada. La alta demanda de esta flor en los mercados internacionales y la excelente calidad de rosa que se produce en el país, definen en gran parte la competitividad de la floricultura colombiana.
Este cultivo, sin embargo, son los ácaros plaga (Tetranichus spp.) un problema que ha venido aumentando severamente en toda la Sabana de Bogotá, incrementando los costos de manejo fitosanitario y generando pérdidas significativas para los cultivos. Dado que ésta plaga, a diferencia de otras comunes, no es estacional sino que está presente durante todo el año.
Es necesario no solamente disminuir los costos de manejo de esta plaga, sino también generar estrategias que permitan convivir con ella sin afectar la producción ni generar daño económico.
Los ácaros depredadores son un producto de interés para el sector floricultor, debido a que las exigencias del mercado han obligado a los productores a buscar nuevas estrategias para el control de plagas. Son dos las razones principales: La primera es la necesidad de abandonar el uso de acaricidas de categoría toxicológica alta que los mercados internacionales no permiten y restringen a través de certificaciones (Globalgap, Florverde, Rainforest, certificaciones orgánicas) para poder comercializar su producto, y la segunda es la capacidad biológica del ácaro plaga de adquirir rápidamente resistencia a las moléculas que componen los diferentes principios activos de los acaricidas comerciales.