Este es un relato personal de mis experiencias vividas en mi visita a Israel durante el mes de mayo en el curso Manejo Integrado de Plagas, ofrecido por MASHAV – Agencia oficial del Gobierno de Israel para la Cooperación Internacional, en cooperación con el Instituto de Protección Vegetal (ARO) y el Ministerio de Agricultura de Israel.
Este tipo de cursos son ofrecidos a países en vía de desarrollo con el objetivo de transmitir el conocimiento y las experiencias adquiridas por más de 50 años, ellos creen que llega un momento en el que es imperativo compartir lo que se ha aprendido como país y como pueblo. Tienen razón, así debe ser.
Pensemos por un momento cuales son las palabras que se nos ocurren cuando pensamos en Israel; tierra santa, conflicto, potencia mundial, judíos, líderes en agricultura, casitas pequeñitas como en la época de Jesús (sí, lo admito, yo lo pensaba!)? Les quiero compartir apenas una breve reseña de lo que aprendí en una estadía corta, en términos culturales y profesionales.
Pensé que en mi curso de MIP aprendería cómo utilizar las últimas tecnologías en el sector agrícola para ponerlas en práctica acá; me equivoqué. Con el paso de las conferencias recordaba muchas de mis clases del pregrado y agradecí a más de un profesor por su tiempo y dedicación, comencé a darme cuenta que la respuesta no es el conocimiento, ese es constantemente cambiante. Lo que aprendí y lo que realmente me impresionó fue el vínculo casi perfecto entre los agricultores, la investigación y los servicios de extensión.
Todo parte desde las necesidades de los agricultores, estas interrogantes son transmitidas y discutidas en foros y reuniones regionales, en donde asisten los investigadores para ver el contexto real de la situación. Se prioriza lo más importante o mejor, lo más limitante en términos de producción o económicos, independiente si es una plaga, enfermedad, una nueva variedad o agroquímico lanzado al mercado. Los investigadores hacen su trabajo en el tiempo necesario, ni poco que quede mal hecho ni mucho para darle vueltas a lo mismo, hacen sus publicaciones y tienen un nuevo desafío sobre la mesa. La respuesta es tomada por los agentes de extensión y hacen las pruebas necesarias en campo en compañía del agricultor, una vez se tiene una respuesta para el gremio, ésta es divulgada en foros, clubes y revistas agrícolas especializadas, el sector las lee y analiza porque confía en todo el trabajo que varias entidades trabajando en equipo han logrado. En esta ecuación es atrevido decir cuál de los actores es el más relevante o importante, el uno necesita del otro, pero en mi concepto el crédito se lo debe llevar quienes se encargaron de diseñar este sistema.
Muchas veces decimos que su éxito es la tecnología que utilizan, los invernaderos climatizados o el sofisticado uso del agua y del suelo. Esto no fue gratis, ni de un día para otro; surgió tras una serie de necesidades escalonadas. Ellos tienen éxito porque trabajaron en bases estructuradas y pudieron avanzar como pueblo, como gremio.
De ahí en adelante, se nos mostraron varios sistemas de cultivo a lo largo de Israel; viñedos, cítricos, banano, fresa, pimentones, dátiles, cultivan casi de todo. Apenas fue un abre bocas, ¡pero hubiera deseado estar en cada uno al menos seis meses!
Mis compañeros, de once países diferentes: Azerbaiyán, Bután, China, India, Ghana, Tailandia, Jordania, Perú, Turquía, Serbia y Vietnam; todos opinamos y nos sorprendimos en general por las mismas situaciones. A nivel profesional hubo de todo, como proyecto final de nuestro curso, nos organizamos en grupos para hacer una propuesta de Manejo Integrado en algún cultivo de importancia económica en nuestros países. Al final de cuentas, todo se resume a lo que somos las personas; en cada grupo hubo alguna particularidad, una chica de la presión se puso a llorar y sólo anhelaba regresar a su país, otros tantos sólo se preocuparon por hacer –algo- sólo al final, otros iban a favor de la corriente, le dejaban la responsabilidad a alguien más, otro con un nivel muy alto de dispersión, mandones pocos pero obstruyentes, en fin, nada lejano a nuestro diario vivir. Encontrar gente tan diferente en un solo lugar, fue lo realmente fascinante, tratar de encajar todos para lograr un objetivo. Prab de India y Richard de Ghana fueron un equipazo, nos costó conocernos y entendernos (imagínense esos acentos!), pero cuando lo logramos, pudimos sacar todo adelante. Creo que eso es lo que debemos buscar en nuestros lugares de trabajo y estudio: Cuando uno falle, el otro le corrige, cuando uno se enfrasque el otro lo despierta, cuando uno de una idea el otro la complementa.
Ahora, cuando saber cuándo necesitamos subir a nuevo nivel? Como aprender a dar un giro de 180 grados cuando sabemos que seguir haciendo lo mismo no nos llevará a ningún lado? cómo romper con las barreras de la mente y aún más difícil, cómo hacerle eso entender a alguien, cuando uno ni lo comprende del todo?
Siempre andamos corriendo solucionando lo urgente, y cuando tenemos tiempo lo desperdiciamos. Creo que debemos tomar un tiempo para pensar, pero pensar inteligentemente y armar planes de acción y trabajar en lo importante. No podemos seguir perdiéndonos lo que pasa en un mundo cada vez más globalizado, hay un no sé qué, no sé dónde que es un catalizador para que los sueños y proyectos se hagan posibles en tiempo record, si no lo encontramos creo que podemos perder una oportunidad cuando el mundo no lo exija, creo que será en poco tiempo.
Antes de viajar estaba buscando muchas respuestas, ahora sé que debemos trabajar primero en formular la pregunta correcta.